Los procesadores Ryzen serie 5000 han sido uno de los mejores lanzamientos de AMD en el sector de consumo general, y gracias al "resbalón" de Intel con los Rocket Lake-S, se mantienen como los más potentes del mercado hasta el momento.
Su compatibilidad está garantizada con las placas base AM4 con chipset serie 500, aunque también funcionan con las placas base serie 400, siempre que estas hayan sido actualizadas debidamente a nivel de BIOS. Las placas base con chipset serie 300 se quedaron fuera del soporte oficial, pero algunas ensambladoras decidieron lanzar sus propias actualizaciones para mejorar el soporte y hacer que sus usuarios puedan estirar un poco más su vida útil.
ASRock ha sido una de las que mejor ha hecho las cosas en este sentido, ya que las placas base serie 300 de la compañía ya son compatibles con los procesadores Ryzen 5000, gracias a las últimas actualizaciones de BIOS que ha lanzado.
El soporte ha mejorado, y de momento las primeras pruebas confirman que los Ryzen 5000 funcionan bien en las placas base ASRock compatibles. Hay que tener presente, no obstante, que son BIOS en fase beta, y que por tanto pueden acabar dando algún error de mayor o menor importancia. Es posible aprovechar bien un Ryzen 5000 en una placa base serie 300, siempre que esta placa soporte memoria a una velocidad de al menos 3.200 MHz.