La integración de Linux en Windows 10 es cada vez mejor. Lo que en su momento parecía una utopía al final no solo se acabó confirmando, sino que cada vez ha ido a más. Microsoft decía que amaba a Linux, y viendo la evolución que ha seguido su integración en Windows 10, podemos decir no iba de farol.
Hace unos años, Microsoft liberó el subsistema Linux para Windows, una especie de integración de Linux en Windows 10 que, en sus inicios, ofrecía un conjunto de funciones y de posibilidades algo limitadas, pero que con el paso del tiempo ha ido mejorando notablemente hasta el punto de poder integrar las distros Ubuntu, Fedora, SuSe y otras.
A partir de ahí, mejoró tanto el soporte como las funciones, la estabilidad y el rendimiento, y ahora le toca a las aplicaciones de escritorio de Linux, que funcionan a la perfección en Windows 10. Solo funcionan las aplicaciones de escritorio por una cuestión de interfaz gráfica (GUI por sus siglas en inglés).
Microsoft ha llamado a esta nueva característica "WSLg", y de momento la compañía ha apuntado directamente con ella a los desarrolladores. Para utilizarla es necesario ejecutar la versión Windows 21364, que solo está disponible en el canal Insider. En el vídeo adjunto podemos ver cómo funcionan.
Aunque su disponibilidad está, de momento, muy limitada, es solo cuestión de tiempo hasta que acabe llegando al resto de usuarios de dicho sistema operativo, algo que podría ocurrir dentro de una o dos actualizaciones semestrales, es decir, en un periodo de entre seis meses y un año.