El parche que permite mover Bloodborne a 60 FPS ha sido liberado, y ya se puede conseguir de forma totalmente gratuita, aunque el proceso necesario para poder disfrutarlo no es nada sencillo.
Al tratarse de un parche no oficial, es necesario seguir un proceso muy concreto que implica: contar con una PS4 que pueda ejecutar código que no ha sido firmado digitalmente, descargar el parche y aplicarlo a la versión más reciente del juego.
Si completamos el proceso, el parche eliminará el bloqueo a 30 FPS, lo que significa que podrá llegar a un máximo de 60 FPS, pero para ello tendrá que reducir la resolución a 1.280 x 720 píxeles, ya que no existe ninguna fórmula mágica para mejorar el rendimiento en PS4.
Los que habéis jugado a Bloodborne sabéis que las caídas de fotogramas por segundo, y los problemas de stuttering, son tan tremendos que los enfrentamientos con algunos jefes acaban siendo un suplicio, no por la dificultad que tienen, ya que al final todo es aprender sus mecánicas a base de prueba y error, sino por esos tirones y esas interrupciones que afectan por completo a la jugabilidad. Jugarlo a 60 FPS, aunque sea en 720p, es casi "una bendición".
No sabemos si Sony y From Software tienen la intención de lanzar una actualización que mejore el rendimiento de Bloodborne al ejecutarse en PS5, pero se rumorea que, en su lugar, van a lanzar una versión remasterizada que llegará a PS5 y PC como un nuevo lanzamiento.
