Los procesadores Intel de 11ª generación conocidos como Rocket Lake-S ya están cerca, y por lo tanto es el momento de poner toda la carne al asador con la misma, y eso pasa por empezar a recortar gastos en los productos que dejarán de estar en un primer plano. Ése sería el caso de los Intel Core i9-10900K de 10ª generación, basados en la arquitectura Comet Lake-S.
Según leemos en VideoCardz Intel ya habría enviado su habitual "product change notification" acerca del embalaje de los procesadores estrella de Intel del 2020: el Core i9-10900K. A partir del 28 de febrero este procesador vendrá en una caja mucho más pequeña y menos vistosa, muy similar a la que tienen los Core i5 e i7 actuales.

Este cambio permitirá que su coste de envío y almacenamiento se reduzca de forma bastante drástica: actualmente en un palet clásico caben 480 unidades y tras el cambio de embalaje esta cifra aumentará a 1.620 unidades. Teniendo en cuenta que no se incluye disipador y que ya no serán el centro de atención de los escaparates, esta reducción de tamaño tiene todo el sentido del mundo.
Los procesadores Intel Comet Lake llegaron en mayo de 2020, y si bien aún falta tiempo para que nos despidamos de ellos, sí es cierto que pronto serán eclipsados por la siguiente generación de Intel, y por lo tanto habrá sido una de las generaciones más cortas que recordamos.