La versión de FIFA 21 para PC está basada en la versión del juego para las consolas de la generación anterior, es decir, para PS4 y Xbox One, algo que ha sido confirmado, y explicado, por la propia Electronic Arts.
Lanzar una versión más antigua en una plataforma más potente parece no tener sentido, pero para EA era la mejor opción. Según la compañía estadounidense, querían llegar a la mayor cantidad posible de usuarios con FIFA 21, y para conseguirlo tenían que evitar un incremento de los requisitos mínimos y recomendados.
Nos encontramos en un momento complicado. La transición hacia la nueva generación de consolas apenas acaba de empezar, y los desarrollos para la "vieja" y la nueva generación tendrán que pasar todavía por un largo periodo de coexistencia que podría no terminar hasta dentro de tres años.
Manteniendo la base técnica de la versión antigua, EA se asegura de que casi cualquier jugador que tenga un PC gaming montado en los últimos ocho años pueda jugar a FIFA 21, un título que se conforma con un procesador Core i5 3570 o un FX 8150, 8 GB de RAM y una GPU GTX 670 o R9 270X.
Podemos entender que EA haya tomado esta decisión con la nueva generación recién estrenada, pero la compañía debería tener perfectamente claro que no puede repetir esa decisión con FIFA 22, un juego que debería llegar el próximo año, y cuya versión para PC deberá partir de la versión de PS5 y Xbox Series X.
