El gigante surcoreano ha pasado una etapa complicada con sus SoCs Exynos, debido a la floja relación rendimiento, consumo y temperaturas que han ofrecido sus últimos chips. Sin ir más lejos, el Exynos 990 no rinde al nivel del Snapdragon 865 y tiene, sin embargo, unas temperaturas de trabajo demasiado elevadas.
Para superar esta situación, fuentes coreanas aseguran que Samsung se ha aliado con ARM, un movimiento que tiene como objetivo principal la creación de CPUs personalizadas. Todo gira en torno a la arquitectura Cortex-X1 de ARM, aunque gracias a los diseños big.LITTLE característicos de la industria podríamos ver también núcleos Cortex-A78 en el nuevo chip de Samsung.
En términos de rendimiento CPU ese nuevo chip con núcleos personalizados debería ser capaz de subir el listón frente a las generaciones anteriores, y de competir con lo nuevo de Qualcomm, el Snapdragon 875. Se comenta que podría dar forma al SoC Exynos 1000, un chip que será utilizado, en teoría, en los Galaxy S21 y en los Galaxy Note 21, pero todavía no hay nada confirmado.
A nivel de GPU ese Exynos 1000 podría ser también el primero en contar con una GPU personalizada de AMD, es decir, con una Radeon específicamente diseñada para dispositivos móviles. Llevamos mucho tiempo viendo rumores sólidos que apuntan a una importante colaboración entre Samsung y AMD, y es solo cuestión de tiempo hasta que veamos los frutos de dicha colaboración.
Un SoC con una CPU de alto rendimiento totalmente personalizada y una GPU Radeon podría poner patas arriba el sector, siempre que el rendimiento y la eficiencia cumplan con las expectativas.
