NJ Tech ha publicado una interesante comparativa en la que enfrentan, en esta ocasión, al Core i7 3770K, un procesador que fue, en su momento, lo más potente dentro del mercado de consumo general, y al Core i3 10100, un procesador de gama baja-media.
El Core i7 3770K llegó en 2012, utiliza la arquitectura Ivy Bridge, está fabricado en proceso de 22 nm, cuenta con cuatro núcleos y ocho hilos a 3,5 GHz-3,9 GHz y soporta overclock. Por su parte, el Core i3 10100 llegó este mismo año, tiene cuatro núcleos y ocho hilos a 3,6 GHz-4,3 GHz, utiliza la arquitectura Comet Lake-S, está fabricado en proceso de 14 nm++ y no soporta overclock.
En la comparativa el Core i7 3770K se ha overclockeado a 4,4 GHz, mientras que el Core i3 10100 funciona a sus frecuencias de stock, lo que significa que alcanza los 4,1 GHz en modo turbo con todos los núcleos activos.
La diferencia que marca el mayor IPC, y el hecho de que el Core i3 10100 se integre en una plataforma más actual y con memoria más rápida, se deja notar de forma contundente. Es mucho más potente que el Core i7 3770K y vence en todos los casos, consiguiendo medias de FPS más altas y mínimos mucho más elevados.
Lo más interesante de la comparativa es que el Core i7 3770K sigue rindiendo muy bien, a pesar de todo el tiempo que tiene encima. Si actualizas notarás una mejora de rendimiento, pero puedes seguir utilizándolo sin problema para jugar a cualquier cosa.