Ayer martes empezó a circular una pequeña mala noticia por parte de Intel, relacionada con un fallo detectado en sus inminentes chips de red I225. La noticia se basaba en un aviso que había hecho Intel a sus socios ensambladores, sin embargo, parece que dicho comunicado no era del mismo día sino de hace tiempo, por lo que la noticia ya no era tan fresca como parecía.
Ayer la noticia se expandió y llegó a los oídos de Intel, que reaccionó rápidamente para decir que estaba obsoleta, y que ya habían corregido el problema con la versión 2 del chip de red, así que parece que apenas habrá placas base afectadas con el bug, probablemente las que se hayan enviado a la prensa para su análisis, para pruebas a los fabricantes, muestras de ingeniería y aparentemente a nadie más.

La noticia original (ya obsoleta) rezaba así:
Las controladoras de red 2.5 GbE de la família I225 bautizadas como "Foxville" tienen un fallo de diseño que afecta a su rendimiento, ya que pierden paquetes de información que provocan una bajada de rendimiento de entre 1 y 10 Mb/s, una cifra muy pequeña para este tipo de conexiones, pero es un fallo que no tiene solución, excepto si se decide bajar la velocidad de dichas conexiones a 1 GbE.
El fallo no ocurre con todos los routers o switches (con los de Netgear, Juniper y AQuantia sí, mientras que con los de Cisco, Huawei, Buffalo y Aruba no), pero no es culpa de los mismos, sino de la propia Intel. La compañía aún estaría evaluando exactamente con qué dispositivos ocurre esa pérdida de paquetes, ampliando la lista de dispositivos afectados para ofrecer toda la información.

Intel ha enviado un aviso oficial a los fabricantes de placas base y portátiles sobre este fallo, que estará presente en los equipos pensados para Comet Lake, por ejemplo, en las placas Intel Z490. Según comentan, éste no tendrá ninguna implicación a nivel de seguridad, sin embargo, no tiene solución ni se podrá parchear: simplemente habrá que esperar a una revisión v2 del chip que Intel tiene prevista para la segunda mitad del año y que, según la compañía, coincidiría con la puesta en producción de los Intel Rocket Lake-S.
Aparte de descubrir este fallo, la información nos sirve para conocer que Intel está trabajando a contrarreloj para lanzar los Rocket Lake-S lo antes posible, por lo que parece que los inminentes Comet Lake-S tendrán una corta vida comercial de alrededor de unos 9 meses.