DOOM Eternal ya está en las tiendas y este fin de semana parece el momento ideal para probarlo ya que, excepto el precio, todo nos viene de cara, incluidos los controladores adaptados de AMD y NVIDIA. En la web de TechPowerUp vemos que han publicado su habitual análisis de rendimiento del juego con una buena variedad de hardware gráfico así que ya nos podemos empezar a hacer una idea de por donde van los tiros.
DOOM Eternal está desarrollado por id Software y por lo tanto usa su propio y conocido motor gráfico id Tech en la versión 7 que usa en exclusiva la API Vulkan por lo que estamos ante una situación bastante excepcional e interesante para ver qué tal están adaptadas las gráfica actuales. Todas las pruebas se realizan al máximo nivel de detalle bautizado como Ultra Nightmare.
Como es habitual empiezan el artículo con una extensa galería de imágenes del juego:

El juego luce de una buena cantidad de opciones gráficas para asegurar el mejor ajuste en este apartado incluido un limitador de FPS que cambiará dinámicamente el nivel de detalle para intentar mantener nuestra experiencia de juego entre los valores deseados, podemos elegir un límite de FPS de entre 60 y 1.000.
La primera prueba se centra en el uso de VRAM y ahí vemos que el juego parece bastante exigente y con poca variación respecto a la resolución, usando 7.150 MB a 900p y 8.370 MB a 4K. Sin embargo tal y como veremos esto no implica que tarjetas relativamente modestas en VRAM no puedan ofrecer una buena experiencia de juego.
A una resolución de 1080p encontramos que todas las gráficas probadas superan los 60 FPS siendo la GeForce GTX 1060 de 3 GB la que ofrece menos rendimiento con 64,3 FPS, seguida de la Radeon RX con 69,7 FPS. Cierto es que la GTX 1060 de 6 GB ya consigue 76,8 FPS por lo que la VRAM se nota en este juego y a resoluciones superiores pasará factura a las tarjetas más modestas. Con una RTX 2080 Ti se consiguen 260 FPS, así que parece un título muy sobrado de rendimiento a 1080p.
La resolución de 2K apenas resulta un poco más exigente y sólo quedan por debajo de los 60 FPS las GeForce GTX 1060 y las Radeon RX 470 y RX 5500 XT, pero con una RX 580 ya tenemos 67,3 FPS seguida por la GeForce GTX 1660 con 75 FPS. La mejor tarjeta del mercado alcanza la excelente cifra de 185,1 FPS.

Finalmente a una resolución de 4K vamos a necesitar una tarjeta gráfica bastante más potente pero tampoco es algo prohibitivo ya que vemos que los 60 FPS se superan con una RTX 2060 Super (62,7 FPS) o una Radeon RX 5700 (65 FPS), pero hay muchas tarjetas que se quedan entre los 45 y los 60 FPS que también es un rendimiento muy bueno.
La última comparativa la hacen con la media del resto de su batería de pruebas y ahí vemos que el juego está muy bien optimizado consiguiendo un rendimiento medio de un 30% superior al resto de juegos. También toman nota de las arquitecturas y reconocen que las NVIDIA Turing están muy bien optimizadas para el juego, las NVIDIA Pascal no tanto pero mantienen el tipo. Por parte de AMD también hay buena optimización aunque la arquitectura Vega parece la peor optimizada, seguida por Polaris y finalmente Navi que luce muy bien con la única excepción de la Radeon RX 5500 XT que sufre mucho con esos 4 GB de VRAM y de forma muy distinta a una RX 470 de 4 GB por lo que sospechan que su limitación a 8 líneas PCI Express podría ser la causa o una mala gestión de la VRAM con ese modelo.
Las conclusiones son un poco dispares puesto que el juego no termina de convencer al creador del análisis tanto por la jugabilidad como por su calidad gráfica, aunque reconoce que la construcción de los niveles es impresionante. Sin embargo y a la espera de la llegada del parche para trazado de rayos, el juego rinde de forma excelente con la mayoría de soluciones gráficas y sólo a 4K pasaremos apuros con tarjetas gráficas que no sean punteras, así que de momento parece uno de los títulos más optimizados para 4K que hemos visto en los últimos tiempos.