Intel ha reconocido en más de una ocasión que los 10 nm le han dado problemas, pero sus declaraciones públicas han llegado a ser bastante contradictoras, lo que no ha hecho más que generar dudas.
Ahora mismo el gigante del chip tiene en el mercado los procesadores Intel Ice Lake serie U y serie Y fabricados en 10 nm+, pero su disponibilidad es bastante limitada y todavía no han podido utilizar dicho proceso en chips con más de cuatro núcleos.
Se espera que la situación cambie con la llegada de Ice Lake S, pero dicha serie de procesadores no llegará hasta algún momento de 2021. Para cubrir el vacío Intel lanzará los procesadores Comet Lake S, fabricados en proceso de 14 nm++, y se comenta que también veremos una última generación en proceso de 14 nm+++, conocida como Rocket Lake. Esta última adaptará los núcleos Willow Cove al proceso de 14 nm, al menos en teoría.
El CFO de Intel ha confirmado que el nodo de 10 nm no va a ser de los mejores que ha tenido la compañía, y que será menos productivo que los nodos de 22 nm y de 14 nm. Está claro que esto quiere decir que el proceso de 10 nm podría tener una vida más corta de lo que debería, y que Intel podría centrar sus esfuerzos en el proceso de 7 nm.

Viendo todo lo que ha exprimido Intel los 14 nm creo que es complicado que logren dar forma a otro proceso que sea más avanzado y más productivo que aquel, incluso a largo plazo. Tenemos 14 nm para rato, eso es indiscutible.