Intel tiene un problema, vende más chips de los que es capaz de producir, y esto está afectando tanto al mercado de consumo general como al sector OEM. No se libran, ni siquiera, los procesadores dirigidos al mercado profesional (serie Xeon).
En su última conferencia de resultados Intel ha confirmado unos ingresos de auténtico récord, gracias, sobre todo, a la creciente demanda de soluciones para servidores, centros de datos y equipos centrados en la computación en la nube, un mercado que ha aumentado su demanda de chips Intel en un 48%.
Debido a la importante dependencia que tiene el gigante del chip del proceso de 14 nm en sus diferentes revisiones, a sus esfuerzos para completar una transición completa al proceso de 10 nm y a la alta demanda que recibe de todos los sectores la capacidad productiva de la compañía se ha visto saturada.
No es la primera vez que Intel atraviesa una situación de este tipo. Hace algo más de un año la compañía tuvo que tomar medidas y realizar nuevas inversiones para ampliar la capacidad productiva de algunas de sus plantas más importantes, pero con la transición a los 10 nm tan "cerca" ese tipo de inversiones son complicadas, ya que podrían no terminar de rentabilizarse del todo.
Intel ha prometido que mejorará, una vez más, su capacidad productiva, y que lo hará a lo largo de este mismo año. No han dado detalles concretos, pero debería contribuir a mejorar la escasez de chips que se vive todavía en algunos sectores concretos.
Será interesante ver también cómo afecta esto al precio de venta de sus principales procesadores. Se había comentado la posibilidad de que Intel llevase a cabo una bajada de precios para hacer frente al empuje de AMD, pero podría ser menos marcada de lo esperado si la compañía sigue disfrutando de una demanda de chips tan grande.
