Hoy es el día marcado para el final del soporte oficial de Windows 7, un sistema operativo que fue perdiendo bastante cuota de mercado durante los últimos meses, pero que todavía cuenta con una base de usuarios muy grande, tanto en el mercado de consumo general como en el sector profesional.
El final del soporte oficial no significa que un sistema operativo deje de funcionar, o que vaya a empezar a funcionar mal de una manera repentina. Hay muchos usuarios que no tienen claro qué supone realmente esto y que acaban confundidos, así que vamos a explicarlo.
Que Windows 7 haya llegado al final de su vida y que no vaya a recibir más soporte por parte de Microsoft quiere decir que no recibirá más parches de seguridad ni más actualizaciones de calidad (correcciones de errores, mejoras de estabilidad y de rendimiento). Podremos seguir utilizando Windows 7 como hasta ahora, pero es un riesgo.
Es un riesgo porque las vulnerabilidades no descubiertas, y las que se vayan descubriendo con el tiempo, no serán parcheadas, y también puede dar problemas con nuevas aplicaciones, nuevos juegos y nuevos componentes de hardware.
Microsoft ofrecerá hasta tres años de soporte extendido de pago a empresas, pero recomienda actualizar a Windows 10, algo que todavía podemos hacer gratis con nuestra licencia de Windows 7.
Para actualizar gratis tenemos que actualizar utilizando la herramienta de creación multimedia oficial de Microsoft y conservar todos nuestros archivos. No podemos hacer una instalación limpia de Windows 10, ya que en ese caso el proceso no funciona. Cuando tengamos que introducir la clave de licencia utilizaremos la nuestra de Windows 7 y ya está, habremos actualizado a Windows 10 gratis. Una vez completado el proceso y con Windows 10 activo sí que podremos hacer una instalación limpia sin miedo a perder la licencia.
