La conocida API de Microsoft, utilizada para el desarrollo de videojuegos tanto en PC como en Xbox One y Xbox One X, ha recibido cambios que permiten a los desarrolladores acceder a nuevas funciones de interés, entre las que destacan principalmente DirectX Raytracing 1.1 y Mesh Shader.
Con DirectX Raytracing 1.1 se mejora la posibilidad de añadir shaders para conseguir una mayor eficiencia, se permite la utilización de algoritmos adaptativos que permiten a la GPU calcular con mayor precisión la cantidad de rayos que deben ser generados, y se optimiza el control sobre la programación de los shaders para evitar escenas "sobrecargadas" que destrocen el rendimiento.
Mesh Shader y los shaders amplificados son otra novedad importante, ya que definen a la próxima generación de procesamiento de geometría a nivel de GPU. Estos sombreadores desplazarán por completo las diferentes fases actuales que se utilizan en ensamblador de entrada, sombreador de vértices, sombreador de casco, teselador, sombreador de dominio y sombreador de geometría.
Microsoft también ha confirmado otras novedades centradas en las cargas de trabajo con shaders y la memoria que utiliza la GPU, todo con el objetivo de conseguir una mayor optimización y un rendimiento superior.

Todavía quedan muchas cuentas pendientes en el mundo del gaming en PC en lo que a optimización se refiere, así que este tipo de avances siempre son de agradecer.