Es un hecho que PlayStation se ha convertido en una de las unidades de negocio más importantes para Sony, y que su continuidad está asegurada durante, al menos, una generación más, ya que la compañía japonesa confirmó recientemente que PS5 llegará a finales de 2020.

Parece que Sony tiene mucha confianza en el éxito de PS5, tanto que se ha decidido a registrar los nombres comerciales que tendrán sus sucesoras, y como cabía esperar no hay sorpresas. Después de PS5 llegará PS6, y luego veremos PS7 y así sucesivamente hasta PS10, nombres que Sony ha registrado recientemente.
Registrar los nombres comerciales de sus próximas cinco consolas es un movimiento que refleja un compromiso total por parte de Sony con su consola, y al mismo tiempo es una forma de cubrirse las espaldas, ya que evita que terceros puedan registrar esos nombres para "robarlos" a Sony y pedir posteriormente sumas astronómicas a cambio de cedérselos.
Los nombres juegan un papel muy importante a la hora de identificar productos concretos. Imaginad, por ejemplo, que Apple perdiera la marca iPhone o que Samsung pasara por el mismo trance con la marca Galaxy. Pues eso mismo quiere evitar Sony, aunque en este caso la compañía japonesa tiene una estrategia más simple y clara: quiere seguir utilizando la denominación PlayStation unida a un número.
Es totalmente normal que la compañía japonesa haya adoptado esa estrategia en la nomenclatura de sus consolas, ya que es la manera más sencilla y efectiva de mantener el valor de marca que tiene PlayStation y de diferenciar entre generaciones de una manera simple y directa.