La GTX 1660 Ti ha sido una tarjeta gráfica bastante controvertida. En su debut el rendimiento que ofrecía quedaba, en la mayoría de los casos, por debajo de la GTX 1070, pero gracias a las mejoras que ha introducido NVIDIA a nivel de drivers ha conseguido recortar distancias de manera significativa.
Los chicos de NJ Tech han querido comprobar si gracias a las mejoras que se han producido a nivel de drivers la GTX 1660 Ti ha sido capaz no ya de superar a la GTX 1070, sino de imponerse a la GTX 1080, una tarjeta gráfica que hasta hace nada jugaba en la gama alta.
A nivel de especificaciones hay una diferencia importante entre ambas tarjetas gráficas, ya que la GTX 1660 Ti cuenta con 1.536 shaders, 96 TMUs, 48 ROPs, bus de 192 bits y 6 GB de GDDR6 a 12 GHz, mientras que la GTX 1080 dispone de 2.560 shaders, 160 TMUs, 64 ROPs, bus de 256 bits y 8 GB de GDDR5X a 10 GHz.
El rendimiento varía mucho en función de cada juego en concreto, pero esto no hace más que confirmar la importancia que tienen los drivers en el correcto aprovechamiento de una tarjeta gráfica. Por ejemplo, la GTX 1080 arrolla a la GTX 1660 Ti en Gears 5, pero la primera registra casi un empate con la segunda en Control.
En The Witcher III la GTX 1080 vuelve a arrasar, pero en Shadow of the Tomb Raider aquella solo supera a la GTX 1660 Ti por 5 FPS de media. La conclusión es muy clara, gracias a la optimización a nivel de drivers NVIDIA ha logrado que una tarjeta gráfica de gama media con una diferencia de más de mil shaders logre casi el mismo rendimiento en algunos juegos actuales que un modelo que hasta hace nada era gama alta.