Benchmark ha publicado una comparativa actualizada en la que enfrentan a la GTX 1650 y a la GTX 1060, dos tarjetas gráficas que encajan dentro de la gama media y que tienen un precio muy similar.
La GTX 1650 está basada en la arquitectura Turing, pero carece de núcleos RT y de núcleos tensor, lo que significa que no cuenta con aceleración por hardware del trazado de rayos y que no puede trabajar con DLSS. Suma 896 shaders, 56 TMUs, 32 ROPs, tiene un bus de 128 bits y cuenta con 4 GB de GDDR5 a 8 GHz. Su TDP es de 75 vatios.
En cuanto a la GTX 1060 la versión que han utilizado es la de 6 GB, un modelo que es superior a la versión de 3 GB. Tiene 1.280 shaders, 80 TMUs, 48 ROPs, bus de 192 bits y su memoria es GDR5 a 8 GHz. Su TDP es de 120 vatios.
La diferencia de rendimiento entre ambas tarjetas gráficas sigue siendo bastante grande a pesar de la llegada de nuevos controladores. Está claro que la GTX 1060 de 6 GB juega en una liga distinta a la de la GTX 1650, y que para jugar con garantías en 1080p es mejor opción.
Solo deberíamos plantearnos la compra de una GTX 1650 si tenemos un equipo con una fuente de alimentación muy ajustada y necesitamos, sí o sí, una tarjeta gráfica sin conector de alimentación adicional que genere, además, muy poco calor.