NVIDIA ha querido aprovechar el escenario de la Gamescom 2019 para mostrar cómo marca la diferencia la tecnología de trazado de rayos en algunos de los juegos triple A más importantes del momento, incluyendo tanto algunos que ya se encuentran disponibles como otros que están por venir.
El trazado de rayos no se limita a las GeForce RTX 20, también funciona en las GTX serie 16, pero la pérdida de rendimiento que se produce al mover juegos con dicha tecnología activada sin tener núcleos RT para acelerar la carga de trabajo es tan grande que no resulta viable.
Las comparativas que ha presentado NVIDIA de juegos triple A con y sin trazado de rayos sorprende. Realmente hay una diferencia bastante marcada, pero el resultado final no siempre es todo lo bueno que cabría esperar. Por ejemplo, en Dying Light 2 no me gusta nada ese toque de color que se activa con el trazado de rayos, al menos en la escena adjunta.
En otros juegos, como SYNCED, el trazado de rayos se centra en los reflejos y no en la iluminación. Los resultados son bastante buenos, aunque ya he visto acabados similares en otros juegos sin recurrir al trazado de rayos, como Destiny 2.
Call of Duty: Modern Warfare utiliza el trazado de rayos en sombras y oclusión ambiental, y otros como Watch Dogs Legion y Wolfenstein: Youngblood mejoran también los reflejos.
El trazado de rayos está empujando con fuerza. Las mejoras que consigue son muy claras en algunos casos y algo limitadas en otros. Es un buen comienzo que confirma que esta tecnología será el futuro, pero todavía queda mucho hasta que veamos un juego triple A actual con un trazado de rayos al nivel de Quake 2 RTX.

