La Universidad de Míchigan ha desarrollado Morpheus, un procesador que presume de ser el primero del mundo que es, teóricamente, imposible de hackear. No es la primera vez que escuchamos que algo es imposible de hackear y poco después aparecen noticias de que ha sido vulnerado varias veces, así que hay que tomar esta afirmación con cautela.
Morpheus es un procesador de apoyo basado en RISC-V que trabaja llevando a cabo determinadas tareas en tiempo real para prevenir y frenar ataques. No es una CPU independiente, es decir, no puede trabajar como procesador de propósito general, sino como chip de apoyo a una unidad principal.
Su funcionamiento se basa en un proceso previo de detección del código ejecutado por el procesador principal. Una vez completado procede a a cifrarlo y lo "baraja" para desordenarlo hasta 20 veces por segundo, lo que elimina, siempre en teoría, la posibilidad de que cualquier herramienta o hacker avanzado puedan vulnerarlo.
De momento este chip se encuentra en una etapa de prototipo, lo que significa que todavía tiene camino por delante antes de que llegue a convertirse en un producto comercial. Aunque su objetivo principal es la integración en sistemas profesionales y militares sus responsables han dicho que también podría llegar al mercado de consumo general.
La única contrapartida que tiene Morpheus es que requiere que el sistema tenga pequeños parones de 50 ms cuando procede a "barajar" los datos cifrados, algo que en la práctica se traduciría en una pérdida de rendimiento aproximada del 1%.
