Android Q es un sistema operativo preparado para trabajar con smartphones flexibles, una nueva línea de dispositivos móviles que se caracterizan por contar con una pantalla plegable.
Los Galaxy Fold y Huawei Mate X han sido los grandes exponentes de esta nueva categoría de dispositivos móviles, aunque el primero ha tenido que ser retrasado temporalmente por los problemas identificados en las primeras unidades que llegaron a manos de algunos medios especializados.
Esto, unido a los altos precios de venta y una utilidad dudosa, ha puesto en entredicho la necesidad real de que lleguen al mercado smartphones flexibles. El jefe de desarrollo de los Google Pixel, Mario Queiroz, ha confirmado que llevan un tiempo experimentando con dispositivos de este tipo, pero que no tienen prisa por lanzar uno.
El motivo por el que Google no tiene prisa en lanzar un smartphone flexible es muy sencillo, considera que no hay un escenario de "utilidad real" todavía, y que por tanto el usuario no siente que realmente necesita tener un dispositivo de este tipo.
La compañía de Mountain View cree que es necesario innovar y avanzar para dar forma a un smartphone flexible que realmente lleve al usuario a decir "esto es útil, lo necesito", y que no lanzarán un terminal con pantalla flexible hasta que lo consigan.
