Mark Cerny confirmó ayer parte de las especificaciones de PS5, la consola de próxima generación que Sony tiene previsto lanzar en algún momento de 2020.
Se cumplieron prácticamente todas las previsiones, ya que el ingeniero confirmó que iba a montar un procesador basado en la arquitectura Zen 2 de AMD con ocho núcleos, una GPU Radeon Navi y una unidad SSD para mejorar los tiempos de carga. También habló de trazado de rayos, una tecnología que estará soportada en dicha consola, de sonido 3D y de retrocompatibilidad con los juegos de PS4.
La retrocompatibilidad con los juegos de PS4 es un movimiento normal que tiene una explicación simple. Por un lado anima a los usuarios de dicha consola a dar el salto a PS5 con la motivación de que podrán seguir utilizando los juegos que tienen, y por otro permite ralentizar la transición generacional para no enfadar a los que compraron una PS4 Pro hace uno o dos años.
Cerny no dio detalles en la entrevista sobre el precio de PS5, pero dijo que la consola tendrá un precio atractivo para el conjunto de prestaciones que ofrece. Esto parece indicar que su precio podría estar por encima del que tuvo PS4 en su lanzamiento, pero que en todo caso estará equilibrado y bien ajustado a su potencial.
Los primeros rumores y muchos analistas creen que Sony no debe pasar de los 400 dólares, pero las palabras de Cerny sugieren que podría rondar los 500 o 600 dólares. No es un disparate, ya que consolas como PS3 llegaron al mercado con un precio de 500-600 dólares, según la configuración de HDD escogida.
