El gigante de Redmond ha llevado a cabo un movimiento bastante curioso: dar soporte a DirectX 12 en Windows 7, un sistema operativo que goza de una gran popularidad pero que tiene los días contados en lo que a soporte oficial se refiere.
Windows 7 dejará de recibir soporte a partir del 14 de enero de 2020, así que introducir ahora el soporte de DirectX 12 es un movimiento bastante cuestionable, ya que la vida útil de dicho sistema operativo se encuentra en su recta final.
De momento el soporte de DirectX 12 en Windows 7 se limita a World of Warcraft: Battle for Azeroth, un juego que tras la llegada del parche 8.1.5 ha empezado a aprovechar las ventajas que ofrece dicha API en lo que a rendimiento en CPUs multihilo se refiere.
En muchos casos DirectX 12 puede mejorar el rendimiento de forma significativa cuando se utilizan procesadores que cuentan con más de cuatro núcleos físicos, pero el escalado varía en función de la implementación de cada juego en concreto, y en algunos casos puede llegar incluso a tener consecuencias negativas si la tarjeta gráfica que utilizamos no se encuadra en las generaciones más avanzadas.

Microsoft ha comentado que está trabajando con otras desarrolladoras para llevar el soporte de DirectX 12 a otros juegos que, de momento, no han sido concretados. Más vale tarde que nunca, pensarán algunos, pero con el final del soporte de Windows 7 tan cerca es una decisión positiva que pierde bastante valor.