Está confirmado, China ha estimado la demanda de Qualcomm contra Apple por violación de patentes y ha dado la razón a la compañía de San Diego, lo que ha derivado en una prohibición de venta de los productos que están afectados por dichas patentes.

En un primer momento se creía, por las declaraciones de la propia Apple, que solo afectaba a iOS 11 e inferiores, y que por ello los iPhone XR, iPhone XS y iPhone XS Max no quedaban incluidos en el bloqueo de ventas, pero Qualcomm lo ha desmentido y ha aclarado que no se limita a ninguna versión concreta de iOS, y que por tanto la prohibición se extendería a todos los iPhone independientemente de la versión de iOS que utilicen. Sin embargo, la demanda fue interpuesta en 2017, y por eso de momento los modelos de 2018 no se han visto afectados.
Apple ha recurrido y sigue vendiendo a través de su web oficial los iPhone que han sido prohibidos, así que podría acabar recibiendo algún tipo de sanción adicional si no cumple con las medidas establecidas en la resolución que prohíbe la venta de iPhone X, iPhone 8, iPhone 8 Plus y modelos anteriores hasta llegar a los iPhone 6s, incluidos.
La guerra judicial que enfrenta a Qualcomm y a Apple se ha recrudecido durante los últimos años. Apple no quiere seguir pagando las cuotas que exige la primera por el uso de diferentes patentes porque los considera abusivos, y la firma de San Diego no está dispuesta tampoco a dar su brazo a torcer. No hay acuerdo, y parece que la situación no cambiará a corto plazo.