Sony ha confirmado que no participará en el E3 de 2019, una decisión que ha generado un cierto revelo ya que se trata de una de las ferias más importantes de todas las dedicadas al mundo de los videojuegos.
La compañía japonesa no ha dado una explicación que nos permita entender qué ha ocurrido, pero se comenta que todo se debe a un esfuerzo de Sony de cara a PS5, es decir, que la firma nipona quiere concentrar todos sus esfuerzos en su consola de próxima generación.

Es una explicación que tiene sentido, ya que Sony está trabajando desde hace varios años en el desarrollo de PS5 y todo apunta a que su lanzamiento se producirá en algún momento de 2020, una fecha que está cada vez más cerca.
El lanzamiento de PS5 en 2020 deja a Sony margen suficiente para lanzar al mercado la que será la última gran oleada de juegos exclusivos triple A para PS4, entre los que se encuentran títulos tan esperados como The Last of Us 2.
Con respecto a las especificaciones de dicha consola se mantienen los rumores que aseguran que vendrá con un procesador Ryzen, una GPU Navi y que tendrá una potencia similar a un PC equipado con una Radeon RX Vega 64.
No ha trascendido información sobre el precio de la consola, pero tanto analistas como medios coinciden en que Sony no puede pasarse de los 400-500 dólares si quiere ganarse el favor del público, así que podemos esperar que PS5 cueste un máximo de 500 euros.