Sony ha confirmado que "necesitan una consola con hardware de nueva generación", lo que significa que están trabajando en PS5 y que su lanzamiento podría producirse incluso antes de lo previsto.
Varias fuentes dentro de la industria han confirmado lo que era un secreto a voces: que PS5 no será diferente a PS4, es decir, que seguirá sus bases y que la idea de renovación generacional sobre la que se asentaban las consolas es prácticamente cosa del pasado.
La PlayStation original marcó un salto importante frente a las consolas de 16 bits. Los juegos en 3D fueron una realidad en el ámbito doméstico, un cambio que se consagró con PS2, consola que representó una evolución enorme frente a aquella tanto en términos de hardware como en calidad y amplitud de sus juegos.
PS3 también fue un salto enorme y el último de ese nivel, ya que PS4 no consiguió marcar una mejora tan grande. Con PS5 todo apunta a que ocurrirá lo mismo, no habrá un salto brusco, solo más resolución, mayor calidad en texturas, sombras y efectos y una mayor fluidez.
Se espera que PS5 cuente con un procesador Ryzen de ocho núcleos, entre 12 GB y 16 GB de memoria GDDR6 unificada y una unidad gráfica Radeon de AMD basada en la arquitectura Navi.
