
Kenichiro Yoshida, presidente de Sony, ha confirmado en una entrevista que la compañía nipona necesita tener una consola con hardware de nueva generación, una referencia clara y directa a la rumoreada y esperada PS5.
Con el salto a la arquitectura de tipo PC en PS4 vimos grandes aciertos y también grandes errores. El uso de CPUs x86 y GPUs semipersonalizadas permitía comparar de forma directa las especificaciones de las consolas de la presente generación con un PC equivalente, y en su momento quedaban encuadradas en la gama media. Hoy el hardware de PS4 equivale a un PC gaming de gama baja.
Las carencias a nivel de hardware de PS4 quedaron claras desde que se produjo su lanzamiento, cosa que sin embargo no ocurrió con PS3, cuyos componentes no fueron aprovechados de forma óptima hasta que los desarrolladores se acostumbraron a las particularidades del Cell de IBM que montaba.
El empuje del 4K y de la calidad gráfica en PC forzó a Sony a lanzar PS4 Pro, una renovación intergeneracional cuyo único objetivo era reducir la pérdida de usuarios que se iban de PS4 a PC para disfrutar de esa mayor calidad visual.
Kenichiro Yoshida ha reconocido el agotamiento de la generación actual, PS4 incluida, y ha hecho además un llamamiento a la colaboración entre departamentos para potenciar el trabajo colaborativo en todos los niveles que presenta Sony como compañía.