El lanzamiento de Chrome 68 trae consigo una novedad importante en materia de seguridad. Esta nueva versión del conocido navegador de Google empezará a marcar como no seguras todas las páginas web que no hayan dado el salto a HTTPS.
HTTPS es un protocolo que se encarga de proteger y asegurar los datos que se transmiten cuando navegamos por Internet, utilizando cifrado SSL/TLS. No es la primera vez que Google se muestra favorable a la adopción global del HTTPS, ya que recientemente empezó a favorecer los resultados de páginas web que hubieran adoptado dicho estándar en su buscador.

Al cargar una página web en HTTP la conexión no está cifrada, lo que significa que cualquiera puede interceptar los datos que se envían en ambas direcciones e incluso modificarlos antes de que lleguemos a recibirlos. Esto representa un problema muy grave que no ocurre cuando conectamos con un sitio a través de HTTPS, gracias al cifrado al que hicimos referencia.
El hecho de que el propio navegador marque un sitio HTTP como no seguro puede ser suficiente para asustar a muchos usuarios y sus efectos a nivel de tráfico en las páginas web que no hayan adoptado HTTPS puede ser muy grave, así que el uso de éste estándar es verdaderamente imprescindible.