Nintendo ha vendido las consolas Switch a una velocidad de vértigo, aunque ha dejado un poco de lado aquel hack incorregible que afecta al chip NVIDIA Tegra que usa esta consola para funcionar. Este hack ha hecho posible que incluso se pudiera instalar Linux en esta consola e instalar software no autorizado por Nintendo. Así que, si bien el hack no se puede solucionar, sí se puede detectar su uso, por lo que Nintendo está en disposición de banear a esas consolas para evitar que se conecten a la red de la compañía.
Los juegos pirateados son detectados por Nintendo y deshabilitados convenientemente, por ejemplo. Los métodos de los que dispone Nintendo para detectar irregularidades que van contra los intereses de la empresa son múltiples y muy variados, por lo que lo suyo es pensárselo dos veces antes de hackear la consola para usar juegos piratas, y no hay recurso alguno que aplicar cuando se produce el baneo.
Así pues, puedes quedarte con la única opción de seguir usando una distribución de Linux en tu flamante Switch si incurres en alguna modificación de su software. Al parecer también puede haber problemas con juegos comprados en tiendas de segunda mano, lo cual no es tan ortodoxo, todo sea dicho. Por lo pronto, esta consola ha conseguido vender más de 18 millones de unidades en poco más de un año.
