Nintendo Switch ha sido un fenómeno mundial que ha arrasado en ventas. Esto le ha permitido quedar en una posición muy buena con apenas un año en el mercado y "enfilar" a Xbox One como rival directo a batir, algo que según los analistas podría ocurrir como mucho en 2019.

Sus buenas ventas han acabado con los malos augurios que ondeaban sobre la compañía nipona y al mismo tiempo han atraído a terceros desarrolladores de primer nivel como Bethesda, que ha lanzado adaptaciones de algunos de sus juegos más importantes en la consola de nueva generación de Nintendo.
El resultado ha sido sorprendente ya que nadie esperaba que Doom 2016 funcionase tan bien en un modesto SoC Tegra X1 con 4 GB de memoria LPDDR4, y los primeros vídeos de Wolfenstein II: The New Colossus para Nintendo Switch tienen una pinta estupenda.
Detrás de esos buenos resultados está la magia del idTech 6, el motor gráfico de id Software, que ha demostrado ofrecer un grado de escalabilidad y de adaptación enorme que junto al milagro de la optimización ha hecho posible lo que parecía imposible.
Bethesda ha confirmado que está muy contenta con las ventas que están consiguiendo sus juegos en Nintendo Switch, lo que significa que seguirán desarrollando adaptaciones de otros juegos para la consola de Nintendo. No hay novedades, pero tienen un catálogo muy interesante que incluye joyas como Fallout 4 y Prey, entre otros.