Valve ha confirmado que SteamVR ha integrado una nueva herramienta llamada Auto-Resolution que es capaz de adaptar de forma automática la resolución de cada juego a la potencia de la GPU del equipo, y no sólo al alza sino también a la baja.
Esto quiere decir que Auto-Resolution puede incrementar la resolución a la que se renderiza un determinado juego por encima de los límites de la pantalla o pantallas que tenga el kit de realidad virtual del usuario, siempre que su GPU tenga la potencia necesaria para mantener un buen nivel de rendimiento.
Si por ejemplo disponemos de un kit Oculus Rift y tenemos una GTX 1080 TI, Auto-Resolution podrá elevar la resolución de renderizado por encima de los 2.160 x 1.200 píxeles que tiene como máximo. Esto funcionaría como una especie de supersampling que mejoraría significativamente la calidad final de la imagen.
La resolución tiene un enorme impacto en la calidad gráfica y también en el rendimiento, así que esta herramienta también podrá funcionar a la inversa y reducirá la resolución por debajo de ese mínimo para poder mejorar el rendimiento si la GPU tiene una potencia limitada.
Para evitar problemas Valve ha confirmado que Auto-Resolution se encuentra en fase beta y que permite llevar a cabo ajustes de forma manual en todo momento, de manera que es posible cambiar la configuración automática si no se ajusta a nuestras preferencias.
