AMD está poniendo grandes esperanzas en sus Ryzen 2000G, las APU para escritorio Raven Ridge que combinan una CPU de cuatro núcleos"Zen" con una GPU basada en la arquitectura Vega. Intel sigue poniendo el foco tecnológico en sus GPUs integradas o iGPUs en la reproducción de contenidos 4K acelerada mediante hardware, y en tareas multimedia que no están relacionadas directamente con el gaming, pero AMD está atacando tanto estos aspectos como los que más interesan a los gamers: los frames por segundo.
La Radeon Vega 11 del Ryzen 5 2400G integra 11 Vega NGCU (Next Generation Compute Units) lo cual se traduce en 704 procesadores stream, 44 TMUs, 8 o 16 ROPs y un ancho de banda asociado directamente con el controlador de memoria DDR4-2933 de doble canal.
En los materiales de prensa compartidos por AMD en el momento de la presentación de los Ryzen 3 2200G y Ryzen 5 2400G, AMD comparó el Ryzen 5 2400G con un precio de 169,99 dólares con el Core i5-8400 de seis núcleos y un precio de unos 189 dólares en aplicaciones de gaming con el foco puesto en la experiencia de juego a 1080p.

En las pruebas, la iGPU Radeon Vega 11 es capaz de mantener tasas de frames superiores a 30 fps a 1080p. En títulos como Battlefield 1 la tasa de frames sube a 50 fps y los mismo para Overwatch o Rocket League. Skyrim sube aún más hasta 96 fps. The Witcher 3 roza muy justos los 30 fps. Sin embargo, el Core i5-8400 con sus gráficos Intel UHD 620 apenas sí llega a 30 fps en todos los títulos.
Tirando un poco por lo bajo, parece claro que los gráficos Vega del Ryzen 5 2400G son capaces de mover la práctica totalidad de los títulos de eSports a resoluciones de 1.600 x 900 píxeles, lo cual es de especial interés para Internet Cafés o para gamers con presupuestos limitados.