Intel ha comunicado oficialmente la disponibilidad de actualizaciones para las vulnerabilidades de seguridad Meltdown y Spectre de sus procesadores identificadas por Google Project Zero. Según Intel, hasta la fecha no se han recibido notificaciones acerca de la explotación de estas vulnerabilidades para acceder a los datos de los clientes. A primeros de diciembre Intel empezó a distribuir las actualizaciones para el hardware de Intel a los partners OEM. El objetivo de Intel es proporcionar actualizaciones para más del 90% de los procesadores lanzados en los últimos cinco años dentro de una semana, estando el resto disponible para finales de enero. Más adelante se ofrecerán actualizaciones para otros productos, aunque la propia Intel reconoce que hay mucho trabajo por hacer.
Según el comunicado, Intel está tratando de conseguir la protección de los equipos con un impacto mínimo en el rendimiento. De hecho, está previsto que Intel publique datos comparativos acerca de este impacto, aunque de manera preliminar ha adelantado algunos. Según sus comparativas preliminares, el impacto en el rendimiento no es de importancia para usuarios medios, como los que usan los equipos en en casas y lugares de trabajo. Eso sí, las tareas donde no hay impacto son del estilo de leer correos, escribir documentos o ver fotos.
En las pruebas con SYSmark 2014 SE, los procesadores Intel de octava generación con almacenamiento SSD verán un impacto en el rendimiento de un 6% o menos. En las pruebas individuales, el impacto en el rendimiento fue de entre un 2% y un 14%. La prioridad de Intel es garantizar la seguridad de los datos de los clientes, y para ello está desarrollando y probando las actualizaciones. En los centros de datos aún hay que averiguar la importancia del impacto de las actualizaciones, aunque algunas empresas han publicado datos que muestran que las actualizaciones tienen un efecto muy reducido o nulo sobre el rendimiento. Red Hat y Microsoft también han comunicado información sobre el rendimiento, con impactos variables dependiendo de la carga de trabajo, desde mínimos hasta de entre un 8% y un 19% según reportó Red Hat. Según Microsoft, el impacto depende también de la generación tecnológica, con Skylake, Kabylake o más recientes mostrando menos reducción del rendimiento que los Haswell o anteriores.
Según Intel, el rendimiento se verá afectado de diferentes maneras según la carga, la configuración de la plataforma y las técnicas usadas para minimizar el impacto. Hay diferentes opciones, aunque Intel se compromete a seguir investigando soluciones para aquellos casos en los que el rendimiento se vea más afectado. Posiblemente Intel se refiera precisamente a procesadores de generaciones Haswell o anteriores con sistemas operativos anteriores a Windows 10.
Intel parece comprometida con sus clientes a la hora de ayudarles a elegir y desplegar los mecanismos de mitigación óptimos para conjugar seguridad, rendimiento y compatibilidad, así como con la transparencia, proporcionando datos y pautas tan rápido como sea posible. La página web de Intel ofrece recursos adicionales para resolver dudas sobre este particular.
