Las contraseñas son uno de los males menores más sufridos por los usuarios de aplicaciones, servicios o dispositivos. Hay que acordarse de ellas, cambiarlas de cuando en cuando y estar atento a posibles hackeos que pongan en peligro la integridad de nuestra privacidad. Los administradores de contraseñas ayudan, pero en no pocas ocasiones se acaban usando contraseñas del tipo "password" o "1234", o compartiendo las passwords con quien no se debería.
La solución, según Microsoft, está en la tecnología y más concretamente en la suya: Windows Hello. Así lo ha hecho saber a través de un post en su blog, aludiendo al carácter anacrónico de las contraseñas. Además, las contraseñas inseguras y el robo de identidad son la fuente principal de pérdidas de datos con un 81% de las vulnerabilidades en 2017 asociadas a identidades comprometidas.
La filosofía de Microsoft es que "tú seas la contraseña" a través de tecnologías biométricas que están empezando a llegar a los coches, el hogar y otros ámbitos cotidianos. En Windows tenemos Windows Hello que llegó con Windows 10. Según Microsoft, el 70% de los usuarios de Windows 10 con dispositivos biométricos usan Windows Hello en vez de contraseñas. Esta popularidad está animando a otras empresas a usar las tecnologías de autenticación de Microsoft o las de organizaciones como FIDO (Fast Identity Online) que busca diseñar estándares abiertos de autenticación.
Es una transición que lleva tiempo, y más aún a la vista de los problemas de seguridad que están mostrando tecnologías como Face ID de Apple o la propia Hello de Microsoft, que ha sido engañada con una foto recientemente. Es cierto que las nuevas versiones de Windows 10 incluyen opciones para evitar que se usen este tipo de trucos para engañar al sistema de autenticación, pero no es fácil hacer que se confíe en este tipo de soluciones cuado se descubren vulnerabilidades tan evidentes.
