Con la llegada de Assassin’s Creed: Origins se produjo el debut de la nueva versión del DRM de Denuvo, una solución que se aplicó de forma combinada para mejorar la seguridad y que ha conseguido aguantar hasta el momento sin ser crackeado.
En el caso del juego de Ubisoft se combinó con otro DRM y se comenta que debido a ello presenta un alto consumo de recursos a nivel de CPU, pero la compañía francesa desmintió esto y dijo que el impacto de ambas soluciones antipiratería es "imperceptible".
Después del lanzamiento de Assassin’s Creed: Origins el uso de ese DRM se extendió a otros juegos de diferentes publicadoras como EA y Sega, y ha sido capaz de proteger hasta el momento títulos tan importantes como Sonic Forces, Injustice 2, Football Manager 2018, Need for Speed Payback y Star Wars Battlefront II.
Denuvo ha tenido que aguantar un fuerte temporal para poder reservar la nueva versión de su último DRM a Assassin’s Creed: Origins y a los grandes títulos de EA y Sega, pero al final la jugada le ha salido bien ya que ha sido capaz de mantener dichos juegos lejos de las manos de los piratas.
Quizá tras esta aparente recuperación algunas publicadoras que le dieron la espalda, como Bethesda por ejemplo, vuelvan a confiar en Denuvo como sistema de protección en sus próximos juegos, si no acaba siendo superado antes.
