WannaCry fue uno de los peores ciberataques basados en ransomware que se han lanzado hasta la fecha a nivel internacional. Sus consecuencias fueron muy graves, de hecho todavía no hay una estimación real de los costes que ha podido suponer para los afectados, pero al menos Estados Unidos ha identificado supuestamente al culpable: Corea del Norte.
Según un miembro de la administración Trump el ciberataque fue obra de Corea del Norte y aseguran que estas acusaciones están basadas en pruebas fehacientes, por lo que en teoría tienen suficientes evidencias como para atribuir WannaCry al país de Kim-Jong Un.
Se estima que en total unos 150 países se vieron afectados por WannaCry. El número de equipos infectados fue de unos 300.000 y los costes "aproximados" podrían elevarse hasta los 8.000 millones de dólares. Su alcance fue enorme, aunque hay que tener presente que esto se debió en gran medida al uso de software obsoleto y a la falta de actualizaciones, una irresponsabilidad por parte de las propias víctimas.
A pesar de esas supuestas evidencias han sido incapaces de realizar una acusación sobre una entidad concreta de Corea del Norte y tampoco han desarrollado demasiado el tema. Por su parte el país comunista ha negado de forma rotunda estar detrás de este ataque.
