La memoria NAND Flash no ha dejado de subir de precio en lo que llevamos de año aunque su evolución ha sido menos marcada que la de la memoria RAM, gracias a que los principales fabricantes han reasignado recursos para mejorar la producción de aquélla.
Esto dio pie a que algunas fábricas dejasen de producir DRAM para dedicarse a la producción de memoria NAND Flash, cosa que tuvo consecuencias positivas sobre el precio de la segunda y negativas sobre el precio de la segunda.
El caso es que gracias a la maduración de los nuevos procesos productivos de memoria NAND Flash y a una mayor tasa de chips funcionales por oblea la situación podría cambiar radicalmente durante el primer trimestre de 2018, al menos según la predicción de DRAMeXchange.
La evolución y la madurez de los procesos de fabricación de 3D-NAND (memoria NAND Flash apilada) producirá un exceso de suministro durante el primer trimestre de 2018 que debería ser suficiente para que los precios bajen, lo que debería afectar a una gran cantidad de productos de consumo como SSDs, smartphones y unidades de almacenamiento que utilicen dicho componente.

Es imposible predecir si la bajada será acentuada o si será casi inapreciable, pero dado que la demanda seguirá alta es probable que no se note demasiado.