El Kissenger es un dispositivo que se utiliza como complemento de un smartphone y permite enviar y recibir besos que podremos sentir "de verdad", y en tiempo real.
Esto es posible gracias a una membrana de silicona que cuenta con un completo sistema de sensores de presión y fuerza, además de una aplicación que se encarga de coordinar todo.
Cuando un usuario pone sus labios en la membrana y empieza a besar, el sistema reconoce todos los patrones y la presión que ejerce, y la reproduce al detalle en el dispositivo de destino.
Los responsables de este curioso invento han comentado que tienen pensado seguir desarrollándolo pero con miras más amplias, es decir, sin limitarlo a los "amantes en la distancia", ya que quieren que también se pueda utilizar por familias para conseguir una comunicación más cálida y cercana.