Con el lanzamiento de Android M la posibilidad de utilizar tarjetas microSD como una alternativa al almacenamiento principal de nuestro smartphone se hizo realidad.
Desde luego fue una buena idea pero no ha estado exenta de problemas, ya que no todas las microSD son iguales, y aquellas más baratas y de menor rendimiento pueden no ser adecuadas para ejecutar aplicaciones sobre ellas.
Para facilitar la elección al consumidor, la SD Association ha anunciado el distintivo A1, una certificación que sólo concederán a aquellas tarjetas que ofrezcan 1.500-500 IOPS en lectura y escritura aleatoria y 10 MB/s en lectura y escritura secuencial.
Esa certificación permitirá diferenciar de un vistazo las tarjetas microSD que cumplen con el mínimo recomendable de las que no.