
La piratería afecta mucho a Microsoft, y no sólo a sus sistemas operativos, sino también a su conocida suite de ofimática Office, pero la compañía está haciendo frente a los piratas.
Gracias al rastreo y a técnicas forenses, han conseguido identificar una IP en Estados Unidos como responsable de piratear mil licencias de Windows 7 y Windows 8, las cuales habrían sido robadas de la cadena de suministros.
Ya han presentado una demanda ante un tribunal del país, pero todavía están esperando su autorización para poder conocer la identidad que hay detrás de esa IP.
Microsoft parece haber perdido la paciencia, sobre todo con aquellos que buscan ganar dinero instalando cientos o miles de copias pirata de sus productos.