La reciente adquisición de Alcatel-Lucent ha supuesto un desembolso para Nokia lo suficientemente potente como para plantearse la reducción de puestos de trabajo para así ahorrar costes.
Recordemos que se trata de la vertiente de redes de Nokia, que no fue absorbida tras la compra de Microsoft, y de hecho le fue tan bien que pudo comprar Alcatel-Lucent. Pero eso tiene un precio, más allá del coste económico, y es que han tenido que hacer la compra rentable ahorrándose unos 1.000 millones de dólares recortando puestos de trabajo.
La reestructuración forma parte de un proceso de transformación de la compañía, que no tiene la capacidad suficiente para conservar los puestos existentes, cifrados en unos 104.000 entre los de Alcatel y los de Nokia. En total se espera que sean unos 15.000 puestos los que se pierdan, al punto en que Nokia aclara que se darán en sectores donde hay puestos redundantes, como investigación y desarollo, ventas regionales, entre otros.
