La Unión Europea ha propuesto una directiva que impondría el cumplimiento mínimo de una pena de dos años a hackers condenados, directiva que se materializará en cada Estado miembro a través del desarrollo de la misma vía Derecho interno de cada uno de ellos.
La directiva puede resultar positiva de cara a la lucha contra el cibercrimen, pero como señala Andrew Miller, COO en Corero Network Security, puede complicar las cosas a expertos en seguridad que, como él mismo, sólo buscan mejorar con sus hackeos la seguridad de redes y organizaciones.
Imaginamos que la directiva, así como el desarrollo legal que de la misma haría cada Estado, tendrá la suficiente claridad como para que los supuestos señalados por Miller no sean tipificados.