En la búsqueda incesante de dispositivos cada vez más pequeños y eficientes, unos científicos alemanes están trabajando en un modelo ultra delgado de baterías.
Con un grosor inferior a un milímetro y un peso por debajo del gramo, estas baterías se pueden imprimir de la misma forma que se realiza el proceso de estampado de una camiseta. Producen un voltaje de 1,5 voltios, pero se pueden combinar para crear hasta 6 voltios sin que su grosor crezca demasiado.
El problema es que tienen una vida muy limitada, ya que el cátodo y el ánodo se disipan durante el proceso de generación de energía. Parece que el tema está un poco verde aún, pero sus aplicaciones son muy numerosas, y sus desarrolladores afirman que estarán listas para su aplicación comercial a finales de año.
