Hardware Unboxed ha compartido una nueva prueba de rendimiento centrada en Call of Duty: Warzone 2.0, una actualización muy importante de un juego que se ha convertido en la gran estrella del género del Battle Royale. Esta actualización es totalmente gratuita.
En las pruebas CPU se confirma que Call of Duty: Warzone 2.0 es un juego exigente, y que requiere de un procesador con un alto IPC y al menos seis núcleos y doce hilos para funcionar de forma óptima. A partir de un Ryzen 5 7600X ya estaríamos en el punto óptimo incluso con una potente GeForce RTX 4090 en 1080p. Reducir la calidad gráfica al mínimo hace que el cuello de botella de la CPU aumente y que el Ryzen 5 7600X quede por detrás de otros chips más potentes, pero es un escenario irreal y totalmente forzado con fines meramente analíticos.
La prueba GPU deja constancia de que Call of Duty: Warzone 2.0 es también exigente con el núcleo gráfico. Para jugar en 1080p y calidad máxima con 60 FPS totalmente estables, incluyendo los mínimos, necesitamos al menos una GeForce RTX 3070 o una Radeon RX 6700 XT, ya que con la GeForce RTX 3060 tendremos caídas a 43 FPS.
En 1440p la GeForce RTX 3060 no logra 60 FPS de media, y solo tenemos 60 FPS totalmente estables con la Radeon RX 6800 XT. Al subir la resolución a 4K los valores mínimos de FPS que registran las Radeon RX 6950 XT e inferiores quedan muy lejos de los 60 FPS, y solo la GeForce RTX 4080 consigue 59 FPS de mínimo y 111 FPS de media.
Call of Duty: Warzone 2.0 es un título exigente, pensado para funcionar bien en equipos potentes, aunque podemos ajustar la calidad gráfica y recurrir al reescalado para mejorar el rendimiento y hacer que el juego escale bien incluso en PCs con una potencia algo limitada.