El gigante de Corea del Sur está preparando el lanzamiento de dos nuevos smartphones flexibles que llegarán a mediados de este año, y que según las informaciones más recientes se encuentran ya en una fase muy avanzada, ya que ha comenzado la etapa de producción en masa de sus componentes más importantes. Ambos terminales se conocen provisionalmente como Samsung Galaxy Z Fold4 y Galaxy Z Flip4.
Se espera que Samsung produzca alrededor de 10 millones de unidades de estos nuevos terminales para finales de año, y parece que esa cantidad se dividirá de la siguiente manera: un 70% dentro de la serie Flip y el restante 30% dentro de la serie Fold. La serie Flip es conocida como una alternativa diferente a la serie Fold tanto por la posición del pliegue de la pantalla, que van en horizontal y no en vertical, como por el precio, ya que la serie Flip es más económica que la serie Fold.
Para cumplir sus objetivos, Samsung ha incrementado la producción de los componentes más importantes, y se ha centrado especialmente en las instalaciones que tiene en Vietnam. Si se cumplen las previsiones de Samsung, la compañía podría suministrar una cantidad suficiente de terminales flexibles para alcanzar un hito importante: una penetración del 1% con sus smartphones flexibles en el mercado smartphone global. Para ello, tiene que suministrar al menos 10 millones de unidades a finales de este año.
Se espera que los nuevos smartphones flexibles de Samsung dejen a la compañía un margen de beneficio del 15%, una cifra que representa una bajada del 20% frente a los modelos actuales. Esto podría deberse a un incremento de los costes, a una bajada del precio de venta para hacerlos más atractivos para los consumidores, o a un poco de ambas cosas.
