Un grupo de investigadores del Howe Lab, en la Universidad de Cambridge, realizó con éxito un interesante experimento en el que alimentaron un ordenador utilizando algas. Según el informe, recurrieron concretamente a una colonia de algas fotosintéticas no tóxicas llamadas Synechocystis, que quedaron selladas dentro de un pequeño recipiente del tamaño de una pila AA.
El ordenador que utilizaron fue una configuración nada habitual y de muy bajo consumo, no tenía nada que ver con el concepto de ordenador de consumo general tradicional al que estamos acostumbrados, pero utiliza un chip que es frecuente en entornos IoT, y que por tanto tiene un uso real. No se trata de un prototipo carente de sentido, y esto hace que el experimento se haya convertido en un logro muy importante, y muy interesante.
La configuración del ordenador alimentado por algas se basaba en un chip ARM Cortex-M0+, el diseño más eficiente que tiene ARM ahora mismo en su catálogo de productos. Este chip cuenta con una CPU Armv6-M, y tiene una estructura centrada en la eficiencia.
El dispositivo que diseñaron pudo suministrar energía al ordenador desde febrero hasta agosto de 2021 mientras se encontraba en el alféizar de una ventana, y suministraba una corriente continua a través de su ánodo y cátodo. Por su parte, el chip ARM estaba realizando cálculos de forma constante para simular un entorno de uso real. No se produjeron interrupciones en la alimentación eléctrica durante esos seis meses, así que el trabajo del chip se mantuvo constante.
Este experimento no nos llevará a una nueva era de PCs alimentados por enormes baterías de algas, pero podría tener implicaciones importantes, y de gran utilidad, para el sector IoT, un mercado que para 2035 podría contar con al menos un billón de dispositivos.
