Ayer el mundo de Internet se conmocionó con la caída masiva de los servicios de Facebook, Instagram y WhatsApp. Facebook es la que está detrás de estas tres plataformas, por lo que no es de extrañar que compartan centros de datos. La caída del servicio duró varias horas, lo cual es una eternidad en Internet.
Las teorías sobre hacking o sabotaje se hicieron patentes a medida que pasaba el tiempo, aunque Facebook ha comentado que el problema está en un problema de configuración de los sistemas internos y las herramientas de gestión. Parece ser que los propios técnicos de Facebook se vieron imposibilitados para acceder remotamente a los centros de datos, por lo que tuvieron que hacer las reparaciones "in situ".
También se habla de errores en los servidores DNS que traducen direcciones IP en dominios, por lo que todo el servicio se cayó en un efecto de fichas de dominó. En fin, parece que oficialmente no hay hackeo de por medio, aunque la historia da para mucho si nos ponemos a dejar volar la imaginación. No descartes que este tema siga dando de qué hablar durante algunos días. Al menos esta vez no dijeron que se trataba de un switch, como en el caso de Blackberry.
