Benchmark nos deja una interesante comparativa en la que centra el tiro en GPUs integradas, concretamente en la Radeon Vega 8 que monta la APU Ryzen 7 5700G, y la UHD 750 que trae el Intel Core i7-11700K.
Ambos procesadores tienen 8 núcleos y 16 hilos, y ofrecen un rendimiento monohilo muy similar, ya que el Ryzen 7 5700G sólo cuenta con 16 MB de caché L3, en vez de los 32 MB de L3 que tiene el Ryzen 7 5800X. Esto quiere decir que la diferencia de rendimiento que supone utilizar procesadores distintos es muy pequeña, y eso hace que esta comparativa sea tan interesante, porque permite aislar de verdad el rendimiento de las GPUs integradas.
La Radeon Vega 8 tiene 512 shaders y funciona a un máximo de 2.000 MHz, mientras que la UHD 750 de Intel suma 32 unidades de ejecución a un máximo de 1.300 MHz. La primera tiene un mejor soporte a nivel de drivers, y utiliza una arquitectura muy madura que ha demostrado que es capaz de ofrecer un buen rendimiento en muchos juegos, incluso a pesar de las limitaciones que impone utilizar una solución integrada, derivadas sobre todo del pobre ancho de banda que se obtiene al recurrir a la RAM para utilizarla como VRAM.
Esta comparativa de rendimiento se ha centrado en dos juegos muy populares, Fortnite y GTA V. Los dos se han configurado 1080p, el primero en calidad baja y el segundo en calidad media, y los resultados confirman que la solución gráfica de AMD es mucho más potente que la de Intel.
En GTA V la Radeon Vega 8 llega casi a doblar el rendimiento de la UHD 750, y en Fortnite lo triplica. La diferencia de rendimiento a favor de la solución gráfica de AMD es tan grande que con la gráfica de AMD podríamos subir el nivel de calidad sin problemas.