La obsolescencia programada se ha convertido en uno de los problemas más importantes dentro del sector tecnológico. Aunque afecta sobre todo al sector móvil en general (smartphones, tablets, étc), también ha salpicado a otros niveles, y según una nueva información, PS4 también se ha visto afectada.
Cuando Sony fabricó PS4, utilizó un diseño que podría acabar dando problemas graves a los usuarios, ya que dejaría la consola totalmente inutilizada. El problema está en la pila CMOS, que es totalmente necesaria para jugar a juegos en PS4, tanto a los comprados de forma física (en disco) como a aquellos que tengamos en formato digital.
La batería CMOS tiene una vida útil determinada, y se utiliza para mantener el reloj interno del sistema, que no está visible al usuario y que tampoco puede ser alterado por éste. Cuando esa batería muere, la consola queda inutilizada, ya no es capaz de ejecutar juegos, ni siquiera aquellos que se han comprado en formato óptico.
La única forma de que PS4 vuelva a funcionar con normalidad es cambiar la batería, algo que obliga a abrir la consola, un proceso con el que pocos usuarios se sentirán cómodos. Una vez que hayamos cambiado la batería, es necesario acceder a PlayStation Network para que el sistema resetee el reloj interno. Sin este último paso, la consola seguirá sin poder ejecutar juegos aunque hayamos cambiado la batería CMOS.

Se dice que Sony podría resolver este problema con una actualización de firmware. Sería deseable, incluso aunque esto nos dejase sin los trofeos en caso de muerte de la batería CMOS. Cuando Sony decida inhabilitar PlayStation Network para las consolas PS4, algo que podría ocurrir en 2024, aquellas que se queden sin la batería CMOS dejarían de funcionar, así que el problema sería grave.