Ejecutivos de ASUS han confirmado que el suministro de GPUs necesarias para crear tarjetas gráficas RTX serie 30 irá a peor en este primer trimestre de 2021, y han dicho que una de las principales razones sería la baja tasa de éxito por oblea que presentan las GPUs basadas en Ampere.
Para entender mejor esta cuestión, es necesario valorar la complejidad que tiene una GPU basada en dicha arquitectura. Con Ampere, NVIDIA ha doblado la cantidad de shaders por unidad SM, pasando de la configuración de 64 shaders por SM utilizada en Turing, a un total de 128 shaders por unidad SM.
Al doblar el conteo de shaders se aumenta la potencia bruta del núcleo gráfico, pero también aumenta la complejidad de la GPU. Eso, unido a la reducción del proceso de fabricación, acaba teniendo un impacto muy grande a la hora de trasladar el diseño de una GPU "del papel al silicio".
NVIDIA ha tenido que recurrir al proceso de 8 nm de Samsung, y según las malas lenguas porque TSMC no tenía espacio suficiente para cubrir las necesidades de NVIDIA bajo su proceso de 7 nm. Según los ejecutivos de ASUS, el nivel de suministro de GPUs ha bajado en el primer trimestre del año, lo que significa que las tarjetas gráficas serán todavía más caras, y que el nivel de stock será más bajo.
La baja tasa de GPUs funcionales que obtiene NVIDIA por oblea habría complicado la situación, y se desconoce cuándo será capaz la compañía de mejorar la situación actual. La única solución sería que Samsung ampliara su capacidad productiva y que la maduración del proceso de 8 nm permitiera una mayor tasa de éxito, pero ahora mismo no hay nada oficial en este sentido.
Los rumores que apuntaban al salto a una GPU con diseño MCM, como la serie Ryzen de AMD, adquieren cada vez un mayor sentido, dado que la complejidad creciente de la GPU hace que su traslación a la oblea resulte cada vez más caro, y más complicado, por esa menor tasa de éxito.
