La escasez de chips es un tema recurrente en las noticias sobre semiconductores. Tarjetas gráficas, chips para automoción, procesadores o memoria son "carne de escasez" en estos tiempos. Lo paradójico es que incluso los fabricantes de chips están sufriendo las consecuencias de esta escasez. Bloomberg se ha hecho eco de esta circunstancia, de modo que los propios fabricantes de chips necesitan chips que no tienen para proveer de microcontroladores a sus factorías.

Compañías como Kulicke y Soffa Industries Inc. fabrican equipamiento para las plantas de chips, y han tenido que duplicar los tiempos de entrega de equipos a causa de esta carencia generalizada. En concreto, han pasado de tiempos de entrega de 3 meses a 6 meses. Si la demanda aumenta y no pueden ampliar la capacidad productiva, llegan los problemas.
Al final, es una especie de pescadilla que se muerde la cola. Compañías como Innolux Corp. o Asustek Computer Inc. (ASUS) ya han reconocido que estos desajustes forzarán la escasez de chips durante 2021 y principios de 2022.