Benchmark ha publicado una interesante comparativa que nos ayuda a entender qué es mejor, si invertir más dinero en la tarjeta gráfica, creando un desequilibrio bastante marcado, o realizar una inversión más equilibrada a nivel de CPU y GPU.
Para comprobar qué opción es la mejor, nos dejan una comparativa en vídeo donde enfrentan a un equipo formado por un Ryzen 5 5600X y una RTX 3070, una configuración equilibrada, con otra desequilibrada, formada por una RTX 3080 y un Core i3 10100F.
El Ryzen 5 5600X tiene seis núcleos y doce hilos, y utiliza la arquitectura Zen 3, que tiene un IPC altísimo. El Core i3 10100F, por contra, tiene cuatro núcleos y ocho hilos, y utiliza la arquitectura Comet Lake-S, que tiene un IPC ligeramente inferior.
La comparativa se ha realizado en resolución 1440p y calidad ultra, una configuración en la que la CPU afecta al rendimiento, pero no de una manera tan marcada como en 1080p.
Los resultados no dejan lugar a dudas, es mejor, si vamos a jugar, optar por la configuración desequilibrada, ya que la RTX 3080 marca una diferencia enorme, y el Core i3 10100F todavía no se queda pequeño.
Curiosamente, en Shadow of the Tomb Raider, un juego que tira más de CPU que el resto de títulos de la comparativa, la diferencia es algo más pequeña, y confirma que el problema está en que la mayoría de los juegos actuales no son capaces de aprovechar procesadores de seis núcleos y doce hilos.